lunes, 30 de marzo de 2020

3.2.4 Desarrollo urbano y rural

3.2.4 DESARROLLO URBANO Y RURAL.

Desarrollo urbano
El proceso de urbanización trae como consecuencia importantes cambios en la distribución espacial de las personas, recursos, uso y consumo de los terrenos.
Por otra parte, existe una estrecha relación entre este proceso y el desarrollo social y económico. Las ciudades y las áreas metropolitanas contribuyen en gran medida a las economías nacionales y desempeñan un papel vital en la articulación de los mercados mundiales.
Por ello, en muchos países, los temas urbanos ocupan grandes espacios en las agendas de política nacional. No obstante, muchos países carecen de políticas y marcos de apoyo para aprovechar sus beneficios.
De hecho, en los países en desarrollo, los desafíos de la urbanización muchas veces superan los avances en materia de progreso.
En todo caso, entre los retos a afrontar están: gestionar la expansión y la congestión urbana, fomentar la inclusión social y alcanzar la sostenibilidad del ambiente.
El desarrollo urbano está ligado a la ciudad y a la demografía. Este desarrollo se expresa como la funcionalidad urbana que “surge como condición para un buen desempeño de la economía y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población”. Es además, como dicen Jordan y Simioni (1998), un proceso cuya forma de organización urbana se “presenta como parte de cualquier solución económicamente racional a los esfuerzos de una sociedad para enfrentar los problemas tradicionales de producción, distribución y consumo”; asimismo, de educación, comunicación y salud.

Desarrollo rural
El mayor desafío del desarrollo rural es superar las profundas disparidades de estos sectores con respecto a las áreas urbanas.
De acuerdo con datos aportados por Naciones Unidas, las zonas rurales presentan una mayor ocurrencia de falta de acceso a los servicios modernos de electricidad.
Esto afecta negativamente la productividad, los logros educativos e incluso a la salud, agravando el problema de la pobreza.
También tienen menos fuentes mejoradas de agua potable, y una proporción muy alta carece de instalaciones de saneamiento mejoradas.
El desarrollo rural se identifica, de acuerdo con la CONAPO (1994), con una población distribuida en pequeños asentamientos dispersos, con una baja relación entre el número de habitantes y la superficie que ocupan, así como el predominio de actividades primarias, niveles bajos de bienestar y de condiciones de vida. Se identifica, además, por una falta de ingresos por persona en los hogares y están anclados en la perniciosa evolución de la pobreza.


Desarrollo Sustentable: 3.5 Desarrollo urbano y rural.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario